Los venezolanos tenemos tanto tiempo lidiando con la muerte día a día, generando más muertos que incluso una guerra de esas que siempre hemos visto siempre en las noticias, lo que tienes encima, sea poco o sea mucho te hace blanco del vividor al que tú vida le importa poco y se la puede llevar a cambio de un poco de dinero, unos zapatos, un teléfono celular, un carro, una moto, saquear tu casa. Llevamos algunos años ahora lidiando con el odio entre hermanos, aquí mismo dentro de casa pensar diferente en una o dos opciones o simplemente ser un apolítico te incluyen en un conflicto que ya ha traído sangre, sí, pero que aún así se ha mantenido contenido en sí mismo latente como una bomba.
Nos van cerrando las paredes sobre nosotros mismos, quitándos espacios de opinión, la libertad para que aquellos que pensamos diferente que en este gobierno la libertad de pensamiento se irá convirtiendo en un recuerdo, en nostalgia, en melancolía: pensar diferente será un atentado contra la Patria y abrir la boca para manifestarlo será nuestra propia sentencia.
Los señores de la asamblea aprueban leyes a diestra y siniestra como si estuvieran en un salón de clases votando para elegir al delegado de curso y nadie ha hecho algo para cambiarlo, las marchas y protestas sólo les causan tanta molestia como un mosquito rondando sus oídos y con agua, perdigones y gas del bueno se callan las voces de los mosquitos "golpistas" "escuálidos" "oligarcas" que no son "pueblo" porque están en contra del gobierno y no tienen derecho a ser escuchados.
Así nos llegan la aprobación en primera lectura de una ley que prohibe la fabricación, venta y uso de videojuegos y juguetes bélicos (una ley estúpida que se suma a la ya terrorífica LOE) y todos esperamos es una medida que frene a violencia en las calles, que desarmen al hampa desatada, que DESARMEN al que mata para despojar a otro de sus bienes y sentimos la impotencia de un país donde es un crimen jugar esos "juegos violentos" pero "matar de verdad" lo pueden seguir haciendo a sus anchas los malandros porque no hay quien los castigue, un país incoherente que pretende disfrazar las cosas de bonito pero es ROJO, como la sangre, es violencia, es frustración, es envidia, es engaño, una maldita hipnosis colectiva de un cogollo de chupasangres que obtiene placer de ver cómo nos vamos convirtiendo en dos frentes en conflicto mientras ellos se dan la gran vida y nos mueven como piezas en un tablero de ajedrez.
Y así hemos vivido, a pesar de todo, viendo las guerras por las noticias, siempre rezando por no vivir esos horrores de conflictos absurdos que arrastran la vida de inocentes pero nuestro presidente se empeña en armar al país, en comprar a los rusos, a los japoneses y quien se atraviese con un submarino, helicóptero o un arma de moda. Hoy, suenan "vientos de guerra" entre Venezuela y Colombia, eso dicen las noticias; lo cierto es que nuestro presidente rompió relaciones con nuestro hermano país, porque él no sabe de diplomacia y cree que ésta se maneja según su estado de ánimo o su capricho del día, su mente, su cuerpo y su alma sueñan con una guerra, quiere estrenar los juguetes que le compró a sus amiguitos rusos, japoneses y los que le hayan vendido alguna lindísima y novedosa arma letal. Y yo me pregunto ¿quién detiene al "niño" Chávez que fabrica, vende y hace uso de la violencia en su discurso y además ahora en sus acciones diplomáticas incitando a una guerra? ¿quién lo detiene?, quisiera saber CUÁNDO fue que el PUEBLO le pidió esto, cuándo fue que pedimos guerra. Puede que entonces el día de mañana nos comencemos a desangrar entre países vecinos sin siquiera comprender el por qué, ¡ah! porque Chávez quiso, porque Uribe dijo bla, bla, bla... porque sí, porque aquí manda él y a él le provoca romper relaciones y armar un lío_ "¿por qué? ¿por qué?"_ y siempre la respuesta será por que sí, porque todos son empleados de la CIA, porque, según el niño Hugo, Uribe es un cachorro del imperio pero en el fondo es "porque me da la gana porque yo soy Chávez y un día me levanté con ganas de ser un dios y que se haga mi voluntad".
¿tú tienes algo en contra de Colombia? porque yo no y creo que nadie que conozca en mi país lo tiene y no siento ninguna amenaza por parte de ellos para nosotros, la verdadera amenaza la siento incluso dentro de casa pero eso no no importa, nuestras relaciones las rompe a diestra y siniestra el niño malcriado que gobierna a punta de caprichos, pataletas y berrinches.
¿Qué hace falta para que los que lo aplauden, los que votan por él y sus caprichos abran los ojos? ¿qué hace falta para que despierten?
Yo no quiero guerra, yo quiero paz...
Y aún tengo la libertad para decir que NO APOYO ESTE GOBIERNO, sus leyes y sus acciones. Ojalá algún día los que aplauden se den cuenta que los oligarcas chupasangres y capitalistas son los de las guayaberas, camisitas y chaqueticas rojas con sus cuentas infladas, lujosos vehículos, vacaciones de ensueño y el "güisquicito" en la manito en la que seguramente lucen un reloj suizo de última moda.
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Nos van cerrando las paredes sobre nosotros mismos, quitándos espacios de opinión, la libertad para que aquellos que pensamos diferente que en este gobierno la libertad de pensamiento se irá convirtiendo en un recuerdo, en nostalgia, en melancolía: pensar diferente será un atentado contra la Patria y abrir la boca para manifestarlo será nuestra propia sentencia.
Los señores de la asamblea aprueban leyes a diestra y siniestra como si estuvieran en un salón de clases votando para elegir al delegado de curso y nadie ha hecho algo para cambiarlo, las marchas y protestas sólo les causan tanta molestia como un mosquito rondando sus oídos y con agua, perdigones y gas del bueno se callan las voces de los mosquitos "golpistas" "escuálidos" "oligarcas" que no son "pueblo" porque están en contra del gobierno y no tienen derecho a ser escuchados.
Así nos llegan la aprobación en primera lectura de una ley que prohibe la fabricación, venta y uso de videojuegos y juguetes bélicos (una ley estúpida que se suma a la ya terrorífica LOE) y todos esperamos es una medida que frene a violencia en las calles, que desarmen al hampa desatada, que DESARMEN al que mata para despojar a otro de sus bienes y sentimos la impotencia de un país donde es un crimen jugar esos "juegos violentos" pero "matar de verdad" lo pueden seguir haciendo a sus anchas los malandros porque no hay quien los castigue, un país incoherente que pretende disfrazar las cosas de bonito pero es ROJO, como la sangre, es violencia, es frustración, es envidia, es engaño, una maldita hipnosis colectiva de un cogollo de chupasangres que obtiene placer de ver cómo nos vamos convirtiendo en dos frentes en conflicto mientras ellos se dan la gran vida y nos mueven como piezas en un tablero de ajedrez.
Y así hemos vivido, a pesar de todo, viendo las guerras por las noticias, siempre rezando por no vivir esos horrores de conflictos absurdos que arrastran la vida de inocentes pero nuestro presidente se empeña en armar al país, en comprar a los rusos, a los japoneses y quien se atraviese con un submarino, helicóptero o un arma de moda. Hoy, suenan "vientos de guerra" entre Venezuela y Colombia, eso dicen las noticias; lo cierto es que nuestro presidente rompió relaciones con nuestro hermano país, porque él no sabe de diplomacia y cree que ésta se maneja según su estado de ánimo o su capricho del día, su mente, su cuerpo y su alma sueñan con una guerra, quiere estrenar los juguetes que le compró a sus amiguitos rusos, japoneses y los que le hayan vendido alguna lindísima y novedosa arma letal. Y yo me pregunto ¿quién detiene al "niño" Chávez que fabrica, vende y hace uso de la violencia en su discurso y además ahora en sus acciones diplomáticas incitando a una guerra? ¿quién lo detiene?, quisiera saber CUÁNDO fue que el PUEBLO le pidió esto, cuándo fue que pedimos guerra. Puede que entonces el día de mañana nos comencemos a desangrar entre países vecinos sin siquiera comprender el por qué, ¡ah! porque Chávez quiso, porque Uribe dijo bla, bla, bla... porque sí, porque aquí manda él y a él le provoca romper relaciones y armar un lío_ "¿por qué? ¿por qué?"_ y siempre la respuesta será por que sí, porque todos son empleados de la CIA, porque, según el niño Hugo, Uribe es un cachorro del imperio pero en el fondo es "porque me da la gana porque yo soy Chávez y un día me levanté con ganas de ser un dios y que se haga mi voluntad".
¿tú tienes algo en contra de Colombia? porque yo no y creo que nadie que conozca en mi país lo tiene y no siento ninguna amenaza por parte de ellos para nosotros, la verdadera amenaza la siento incluso dentro de casa pero eso no no importa, nuestras relaciones las rompe a diestra y siniestra el niño malcriado que gobierna a punta de caprichos, pataletas y berrinches.
¿Qué hace falta para que los que lo aplauden, los que votan por él y sus caprichos abran los ojos? ¿qué hace falta para que despierten?
Yo no quiero guerra, yo quiero paz...
Y aún tengo la libertad para decir que NO APOYO ESTE GOBIERNO, sus leyes y sus acciones. Ojalá algún día los que aplauden se den cuenta que los oligarcas chupasangres y capitalistas son los de las guayaberas, camisitas y chaqueticas rojas con sus cuentas infladas, lujosos vehículos, vacaciones de ensueño y el "güisquicito" en la manito en la que seguramente lucen un reloj suizo de última moda.
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2 comentarios:
Anyi tantas cosas locas tiene el mundo...no pierdas la fe. Saludos.
Te extraño, qué tonta!
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